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marzo 02, 2010

Matrimonio, divorcio y estigma.

El matrimonio debe ser considerado simplemente como una institución legal, que sólo busca proteger a los dos miembros y no debe ser visto como fin último o primordial en la vida del individuo.


El tiempo en el que la reproducción humana era necesaria para poblar territorios, ya terminó Además no es viable ahora, pues aunque se intente fomentar, los países como México no ofrecen oportunidad para todos en cada rincón que se desee poblar.

El estigma hacia el divorcio sigue siendo pesado. Es curioso que el matrimonio entre personas del mismo sexo ya es legal, a pesar de enfrentar un juicio de posible inconstitucionalidad y el divorcio sigue pesando en la sociedad. El cónyuge al divorciarse, no recupera su soltería (tampoco el viudo), sino que existe un estado civil para ello. Contribuyendo al estigma.

Existen matrimonios que no han funcionado desde el principio, pero que desde la idea arraigada de "el matrimonio es la meta", muchas parejas lo promueven entre ellas mismas. Y me parece atinado, si piensan vivir juntos. Se necesita ese respaldo legal que nos da. Considero que se debe inculcar a la población para comprender si el matrimonio no dio para más, se separe. Ello deberá desembocar en una mayor familirización del divorcio en nuestra sociedad.

Si no se desea o por salud personal se debe separar, la pareja, que el Estado lo facilita como lo lleva actualmente ( o lo intenta) el D.F. con el mal llamado divorcio exprés. De lo contrario, se favorece a un tejido social con brotes de inconformidad que se reflejan en la sociedad tomada como un todo. Pongo un ejemplo sencillo de ver: una rebanada de pan de caja, después de unos días, empieza a tener círculos de hongos, afectando toda la pieza.

El tema de los hijos, de por sí polémico, por lo cual considero se debería educar y proponérseles a las parejas que atrasen su vida parental. Que primero pongan "a prueba su matrimonio" y hagan un exhaustivo examen de conciencia y del ambiente donde recibirán al menor.

Sólo promoción, de lo anterior, aunque muchas de las veces no es suficiente, el ser humano es débil en sus decisiones (casi seguramente) debido al molde social que se la ha sido imputado.

En suma, el matrimonio debe verse por los contrayentes por los beneficios legales y rechazar la idea como fin máximo. Desmitificar el divorcio y planear, con verdadera educación sexual y conciencia la disfrubución de los infantes a criar.

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